Nunca pensé que el yoga se volvería una parte tan importante de mi vida. Como muchas personas, lo veía como algo lejano, quizás demasiado tranquilo o incluso aburrido.
Pero después de un periodo de estrés intenso, insomnio y ansiedad, decidí probar una clase gratuita en un parque. Recuerdo que era un sábado por la mañana, y lo único que llevaba era una toalla vieja y curiosidad.
Ahí fue cuando empecé a comprender que el yoga no es solo estirarse o respirar profundo. Es un espacio para reconectar contigo mismo, para observar tu cuerpo y tu mente sin juicio.
Ese día terminé llorando en la postura del niño, y no me avergüenza decirlo. Fue como liberar algo que llevaba cargando mucho tiempo sin darme cuenta.
Desde entonces, he tomado clases en estudios, gimnasios, online, en parques y hasta en la sala de mi casa. He probado Hatha, Vinyasa, restaurativo, yoga con cuencos y hasta yoga con mi perro.
Este artículo es una recopilación de todo lo que he aprendido en el camino, para que si tú estás empezando, tengas una guía clara, real y útil.
¿Por qué tomar clases de yoga? Beneficios físicos y mentales

Si bien puedes hacer yoga por tu cuenta viendo videos o siguiendo una app, tomar clases de yoga guiadas por un instructor calificado tiene beneficios que van mucho más allá de las posturas.
Beneficios físicos:
- Mejora la flexibilidad sin necesidad de ser contorsionista.
- Fortalece músculos de forma suave pero profunda.
- Ayuda a corregir la postura.
- Alivia dolores de espalda, cuello o articulaciones.
- Mejora el equilibrio y la coordinación.
Beneficios mentales:
- Reduce el estrés y la ansiedad notablemente.
- Mejora la calidad del sueño.
- Aumenta la concentración y la claridad mental.
- Fomenta la autocompasión y la paciencia.
- Te da un espacio seguro para reconectar contigo mismo.
En mi caso, fue la ansiedad la que me llevó al yoga. Me sentía cansada, saturada mentalmente y sin energía.
Las clases me ofrecieron estructura, contención emocional y también un sentido de comunidad. Escuchar a otros alumnos compartir que estaban pasando por lo mismo que yo, fue muy sanador.
Además, cuando tomas clases presenciales, el instructor puede corregir tu postura, ayudarte con accesorios y adaptar la práctica si tienes alguna lesión. Ese tipo de acompañamiento marca una gran diferencia.
Qué esperar en tu primera clase de yoga
Si nunca has ido a una clase de yoga, es normal sentir un poco de nervios o inseguridad. A mí me pasó. Tenía miedo de no saber hacer las posturas, de ser la única que no tocaba los pies o de perder el ritmo. Pero te aseguro que no hay nada que temer.
Esto es lo que generalmente puedes esperar:
- Inicio suave con respiración o meditación.
- Secuencia de posturas (asanas) adaptadas al nivel del grupo.
- Uso de accesorios como bloques, cintas o cojines.
- Correcciones sutiles y respetuosas por parte del profesor.
- Relajación final en postura de savasana, muchas veces con música suave o aromaterapia.
Lo más importante es que escuches a tu cuerpo. Nadie espera que lo hagas perfecto, y en yoga no se trata de competir ni con otros ni contigo mismo. Yo lloré en una de mis primeras clases, y en lugar de sentirme incómoda, sentí que por fin me estaba permitiendo sentir.
Mi consejo es que vayas con ropa cómoda, lleves tu mat (aunque muchos estudios lo prestan) y te quites los zapatos al entrar. Y sobre todo, que vayas con mente abierta.
Posturas básicas que verás en una clase para principiantes
Aunque hay cientos de posturas en el yoga, hay algunas que verás en casi cualquier clase para principiantes. Estas son las más comunes, y conocerlas te dará más confianza cuando te las mencionen:
- Tadasana (postura de la montaña): base de muchas posturas de pie. Se ve simple, pero activa todo el cuerpo.
- Adho Mukha Svanasana (perro boca abajo): estiramiento total. Al principio cuesta, pero con el tiempo se vuelve descanso.
- Bhujangasana (cobra): fortalece espalda baja, abre el pecho.
- Balasana (postura del niño): descanso. Lugar seguro para volver si necesitas una pausa.
- Savasana (postura del cadáver): relajación total al final. No subestimes su poder.
En mis primeras clases me costaba horrores el perro boca abajo. Me temblaban los brazos y no entendía cómo alguien podía descansar en esa postura. Pero con el tiempo, fue justo ahí donde empecé a conectar con mi cuerpo. Ahora es una de mis posturas favoritas.
No te frustres si no te sale algo. Cada cuerpo tiene su ritmo. El yoga no es una carrera.
La importancia de la respiración: el arte de inhalar y exhalar
Una de las enseñanzas más profundas del yoga es aprender a respirar conscientemente. Puede sonar básico, pero estamos tan acostumbrados a respirar superficialmente que olvidamos su poder real.
En yoga, la respiración se llama pranayama, y se considera una herramienta para regular la energía, calmar la mente y conectar con el momento presente.
Algunos ejercicios básicos que verás en clases:
- Respiración abdominal: llevar el aire hacia el vientre, no solo el pecho.
- Nadi Shodhana: respiración alterna por las fosas nasales. Equilibra el sistema nervioso.
- Ujjayi: respiración sonora. Genera calor interno y enfoque.
Yo aprendí a respirar de nuevo en el yoga. Cuando tenía ansiedad, me daban palpitaciones, mareos, y lo último que hacía era respirar bien. Con las clases, aprendí a observar mi inhalación y exhalación, y a usar la respiración como ancla cuando todo se sentía abrumador.
En una clase me dijeron: “respirar es tu superpoder”. Y así lo sentí.
Yoga en casa: cómo preparar tu espacio y qué necesitas
Practicar yoga en casa es una maravilla cuando no tienes tiempo de ir a un estudio o simplemente prefieres tu espacio. Lo importante es crear un pequeño ritual que te ayude a entrar en “modo yoga”.
Qué necesitas:
- Un mat de yoga antideslizante.
- Ropa cómoda.
- Accesorios si puedes: bloques, cojín, cinturón.
- Una playlist tranquila o un canal que te guíe.
Yo empecé con una toalla sobre el suelo y clases en YouTube. Luego fui invirtiendo poco a poco. Lo más importante es que te sientas cómodo y sin distracciones. A veces hago yoga en la sala, cierro cortinas, pongo una vela y apago el celular. Ese pequeño gesto transforma la experiencia.
Y no, no necesitas hacer 90 minutos. Con 20 minutos ya puedes notar cambios en tu cuerpo y tu mente.
Consejos si estás empezando: lo que me hubiera gustado saber
- No te compares con nadie. Ni con la chica del mat de al lado, ni con el instructor de YouTube.
- Lleva un diario de tu práctica. Anota cómo te sientes después de cada clase.
- Prueba distintos estilos. Algunos te encantarán, otros no tanto. Es parte del camino.
- Respeta tu cuerpo. Si algo duele (de verdad), no lo fuerces.
- Sigue practicando. Aunque creas que no estás avanzando, cada clase cuenta.
Hubo momentos en los que sentí que no estaba “mejorando”, pero luego me di cuenta de que el verdadero avance era sentirme en paz conmigo misma. El yoga te enseña a escuchar, a estar presente y a soltar.
Clases de yoga online vs. presenciales: mi experiencia
Ambas tienen sus pros y contras. Yo he hecho clases en estudios, parques, gimnasios y también online desde casa.
Presenciales:
✔ Correcciones en vivo
✔ Ambiente inspirador
✔ Conexión con comunidad
✖ Menos flexibilidad de horarios
✖ Puede ser costoso
Online:
✔ Libertad de horario
✔ Costo bajo o gratuito
✔ Intimidad y comodidad
✖ Menos acompañamiento
✖ Falta de motivación a veces
En lo personal, hago una mezcla de ambas. Cuando quiero socializar y sentir la energía del grupo, voy a clases presenciales. Pero cuando estoy en modo introspectivo, uso YouTube o una app. Lo importante es mantener la constancia.
Yoga prenatal en Quito
El yoga prenatal es una herramienta maravillosa para las futuras mamás. Ayuda a aliviar dolores del embarazo, mejorar la postura, conectar con el bebé y prepararse mentalmente para el parto.
¿El SECAP ofrece clases de yoga?
No. El SECAP no cuenta con programas específicos de yoga en su oferta actual. Aunque ofrece cursos de bienestar, el yoga como tal no está dentro de sus módulos formales.
¿Dónde hacer yoga prenatal en Quito?
- Yoga Mamas Ecuador
- Espacio Vivo
- Shakti Yoga Quito
¿Y online?
- YouTube – Yoga con Mamá
- Gaia.com
- Cursos en Domestika y Hotmart
Buscar Cursos del SECAP
Busca cursos de tu interés en Ecuador utilizando el buscador, encuentra también los centros de capacitación más cercanos a tu ubicación.
En 2 simples pasos tienes acceso a información actualizada sobre carreras técnicas en Ecuador desde online hasta presenciales.
El yoga como camino, no como destino
Las clases de yoga me cambiaron la vida. Me ayudaron a encontrar una pausa, un refugio y un camino hacia mí misma. Y no necesitas ser flexible, ni tener ropa especial, ni tener todo claro para empezar. Solo necesitas dar ese primer paso.
El yoga no se trata de llegar a una postura perfecta. Se trata de estar presente mientras lo intentas. Como me dijo una vez mi instructora: “Cada respiración es una victoria”.
Espero que este artículo te motive a empezar tus clases, ya sea online, en un parque, en tu casa o en un estudio. Porque si el yoga me transformó a mí, sé que puede hacer lo mismo por ti.